El oso verde

Opinión

El oso verde

Los autores de novelas de ficción, (entre los que humildemente me incluyo), tenemos cierto mosqueo con los políticos que no dejan de superarse en tensión, en inquina y en tramas cruzadas. Así no vendemos un colín, hasta la viuda de Larsson va a elevar un escrito a la Audiencia Nacional para que cese este escarnio.

En el PP están dispuestos a dar audiencia a las televisiones y a elevar la venta de ejemplares de los periódicos, este sin parar tiene ahora la excusa del oso verde de Caja Madrid pero nunca se sabe por dónde pueden salir los protagonistas con nuevos arreones de manso. Tiene razón Aguirre en que nunca se habían dicho cosas tan graves en un medio escrito como las que «vertió», (nunca mejor dicho), el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, un hombre que es a la prudencia lo mismo que un picor de ladillas a una recepción oficial. No se entiende que comparta partido con otros que, según él, «vomitan», «manipulan» y crean una «gestapillo». O, en todo caso, que haya aguantado hasta el lunes para decirlo en público.

Ahora la pelota queda en el tejado del comité nacional del partido que debe sancionar, o no, al lenguaraz Cobo. Y, mientras tanto, los alcaldes de la Comunidad afines al PP se han organizado para presentar un escrito que solicita una sanción para el vicealcalde. Hoy todo lo que no es mecha es brecha.

Todo muy ejemplar y muy edificante. ¡Cómo estará la cosa que se habla más de Rato que del 4-0 en Alcorcón!, Florentino puede estar tranquilo.

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