La emisión de deuda sostenible está “en camino de superar un récord de un billón de dólares en 2021”, señala el lobby financiero: la emisión de deuda sostenible global superó los 680.000 millones de dólares en el primer semestre de 2021, más del doble del nivel del primer semestre de 2020, y ya cerca de la marca de 700.000 millones alcanzada para todo el año 2020.
Solo en el segundo trimestre del año se alcanzó un nuevo récord de 350.000 millones de dólares, lo que ha llevado la emisión de deuda sostenible acumulada a unos 2,6 billones desde finales de 2015.
Sin embargo, el crecimiento de este mercado está siendo desigual, según advierten los expertos del IIF. A día de hoy, los emergentes representan solo un 15% del universo de deuda sostenible, mientras que el crecimiento se está acelerando en EEUU, Europa (especialmente Francia, Bélgica y Alemania) y China. Dentro de los mercados emergentes, Chile, Turquía y México son los mayores emisores después de China, y representan una cuarta parte de las emisiones totales de mercados emergentes en el primer semestre de 2020.
Mercado de bonos verdes
El informe del IIF muestra también que los bonos verdes son ahora un mercado de más de un billón de dólares. “La demanda de financiamiento de bonos verdes continúa aumentando exponencialmente”, señalan los autores: la emisión alcanzó los 240.000 millones en el primer semestre de 2021, con 115.000 millones de marzo a junio. Alemania, China y Francia lideran este mercado, al que se sumará España a partir de septiembre, según adelantó ayer la ministra de Economía, Nadia Calviño.
“Si bien las empresas financieras, las empresas de servicios públicos y los soberanos dominan actualmente la emisión de bonos verdes, la base de emisores continúa ampliándose”. No obstante, “a pesar de esta rápida expansión, el mercado de bonos verdes todavía es relativamente pequeño (menos del 1% del mercado mundial de bonos) y no está lo suficientemente diversificado”, apunta el lobby financiero. “Si bien la liquidez en los mercados de deuda sostenibles está mejorando, persisten las preocupaciones sobre la liquidez, la volatilidad y el riesgo crediticio”.