La catalana, subcampeona de Europa en 2019 y bronce mundial en 2015, repitió el octavo mejor tiempo con el que llegó a la final, aunque su tiempo de 127.33 segundos fue peor que el de la clasificación (119.99) debido a que penalizó con 4 segundos por tocar las puertas 12 y 21 de las 25 totales.
La australiana Jessica Fox, número uno del ranking mundial y bronce el pasado martes en K-1, se impuso con autoridad con 105.04 segundos en una bajada ‘limpia’, con más de 3 y 6 segundos de ventaja respecto a sus compañeras en el podio, Mallory Franklin, plata, y Andrea Herzog, la vigente campeona del mundo y que fue bronce.
Vilarubla logró así el segundo diploma para la delegación española en aguas bravas en Tokyo 2020, después del conseguido por Ander Elosegi, y que se suma a la plata de Maialen Chourraut en K-1, la tercera medalla olímpica de la palista donostiarra tras el oro de Río de Janeiro en 2016 y el bronce en Londres 2012.