Este trabajo requiere catalizadores, unas sustancias que controlan y aceleran las reacciones químicas, sin formar parte del producto final. Por ejemplo, los catalizadores de los coches transforman las sustancias tóxicas de los gases de escape en moléculas inocuas. Nuestro cuerpo también contiene miles de enzimas que catalizan la formación de las moléculas esenciales para la vida.
Se pensaba que solo había dos tipos de catalizadores: metales y enzimas, pero List y MacMillan desarrollaron en el año 2000 un tercer tipo: la organocatálisis asimétrica, basada en pequeñas moléculas orgánicas
Este año el investigador alemán Benjamin List (Frankfurt, 1968), del Instituto Max Planck de Investigación del Carbón, y el escocés David MacMillan (Bellshill, 1968), de la Universidad de Princeton (EE UU), reciben el Premio Nobel de Química 2021 porque en el año 2000, de forma independiente, desarrollaron un tercer tipo de catálisis: la organocatálisis asimétrica, basada en pequeñas moléculas orgánicas.
El anuncio lo ha hecho hoy la Real Academia Sueca de las Ciencias. “Este concepto de catálisis es tan sencillo como ingenioso, y lo cierto es que mucha gente se ha preguntado por qué no se nos había ocurrido antes”, afirma Johan Åqvist, presiente del Comité Nobel de Química.
Catalizadores orgánicos
Los catalizadores orgánicos tienen una estructura estable de átomos de carbono a la que se pueden unir grupos químicos más activos. A menudo contienen elementos comunes como el oxígeno, el nitrógeno, el azufre o el fósforo. Esto significa que son respetuosos con el medio ambiente y baratos de producir.
Los catalizadores orgánicos tienen una estructura de átomos de carbono más elementos comunes como el oxígeno y el nitrógeno, lo que significa que son respetuosos con el medio ambiente y baratos de producir
La organocatálisis se ha desarrollado a una velocidad asombrosa desde el año 2000. List y MacMillan siguen siendo líderes en este campo y han demostrado que los catalizadores orgánicos pueden utilizarse para impulsar multitud de reacciones químicas.
Gracias a estas reacciones, la comunidad científica puede construir de forma más eficiente desde nuevos medicamentos hasta moléculas capaces de capturar la luz en células solares. De esta forma, los organocatalizadores están aportando el mayor beneficio a la humanidad.