Gallardón vuelve a faltar a la verdad: sí ha concedido indultos a políticos condenados por corrupción

El PP rechazó hace solo dos días modificar la ley para prohibir la concesión de indultos en casos de corrupción. “Este Gobierno no ha concedido un solo indulto en casos de corrupción. Es más, mientras yo sea ministro de Justicia, no lo va a hacer”. Así de contundente se manifestó ayer el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Jueces para la Democracia señala que “resulta evidente que el ministro no está diciendo la verdad” y recuerda que este gobierno ha indultado a miembros de su propio partido en casos de prevaricación urbanística y a otros cargos condenados por delitos contra la administración pública.

En 2012, por ejemplo, indultó a Tomás Gómez Arrabal, ex alcalde de la localidad malagueña de Valle de de Abdalajís, del Partido Popular, condenado por delitos continuados de prevaricación urbanística entre 2001 y 2004.

“Estos indultos se han acordado sin ninguna explicación de las causas que los motivaban. También ha existido absoluta opacidad en los indultos a agentes que han torturado o a conductores kamikazes. Con estas medidas de gracia se realiza un uso abusivo de la figura del indulto, se vulnera la división de poderes propia de un Estado de Derecho y se provoca el descrédito de las instituciones, pues se traslada a la ciudadanía la imagen de que la justicia no es igual para todos”, señala el portavoz de la asociación, Joaquim Bosch.

Los datos objetivos sobre concesión de indultos indican con claridad que el mayor porcentaje se produce en los delitos vinculados a la corrupción o en supuestos de personas que tienen conexión con el poder político. En este sentido, Jueces para la Democracia subraya que “con ello se provoca la sensación de que el poder se perdona a sí mismo, a pesar de contar con el criterio desfavorable a estas medidas de gracia de los tribunales sentenciadores. El indulto se está configurando como una cuarta instancia en la que, sin ninguna justificación, el Gobierno puede dejar sin efecto lo acordado en los juzgados”.

Este uso inadecuado de los indultos está provocando un considerable malestar en todos los sectores de la judicatura, que observa con perplejidad cómo quedan en papel mojado las sentencias, en ocasiones tras un importante esfuerzo de investigación judicial. Este descontento ha llegado hasta el propio Tribunal Supremo, que en sus últimas resoluciones sobre la materia ha puesto de manifiesto la arbitrariedad en la concesión de los indultos.

La declaración de intenciones de Gallardón, además, se queda en eso, en ‘buenas palabras’ ya que las manifestaciones del ministro de Justicia se producen sólo un día después de que el Partido Popular rechazara en el Congreso de los Diputados tomar en consideración la proposición de ley formulada por la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) para una reforma “radical” de la Ley del Indulto de 1870, que prohíba su concesión a los corruptos, obligue a motivarlo en el resto de casos y considere vinculante la opinión del tribunal sentenciador.

La propuesta de la Izquierda Plural instaba a reformar una ley que data de 1870 y que, en palabras de su parlamentario Gaspar Llamazares, se ha convertido en “una suerte de cuarta instancia para ricos” y se ha usado para “exonerar” de la cárcel a corruptos y, por eso, Todos los grupos parlamentarios, a excepción del PP, apoyaron la iniciativa, aunque no salió adelante dada la mayoría absoluta del partido del Gobierno de Mariano Rajoy.

Ahora, y tras rechazar esta reforma de la ley de indultos por calificarla de “oportunista”, Gallardón saca pecho en Barcelona y proclama: “Este Gobierno no ha concedido ni un solo indulto por asuntos de corrupción”, al tiempo que insiste en que el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy es el que menos indultos ha concedido “en la historia de la democracia española” y también el que más solicitudes ha recibido, tal y como destaca Ep.

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