La mayor parte de las patronales catalanas han respirado tranquilas al conocer que Mas y Rajoy se han citado para negociar discretamente y abrir vías de diálogo, lo que aleja, por ahora el peligro de un nuevo repunte del independentismo.
El sentir de este colectivo sobre la Diada, recogido en una información de Economía Digital, es que la movilización está amortizada y que marca el principio del fin de la vigencia de la agenda soberanista de la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC), porque esta asociación ha errado el tiro y superado la propia agenda de Artur Mas que sólo buscaba un mejore encaje entre Cataluña y España.
Una prueba del cambio que empieza a registrarse sería que la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, llama a la movilización del independentismo para hacer cambiar al president, de la urgencia de la consulta.
Además, no sólo en Unió, también en sectores crecientes de CDC, el partido de Mas, se empieza a pensar que se requiere un giro político para centrar la estrategia en la recuperación económica y la preservación del estado del bienestar, mucho más urgentes que la ‘independencia’ para un gran sector de la población.
Sin embargo, el secretario general de este partido, Josep Rull, forma parte del grupo del partido más cercano a ERC que no cree necesaria la formación de una gran mayoría que apoye el proceso de independencia. Creen que basta con que gane el sí. Por eso temen que con un aplazamiento, y si mejora la situación económica, se apague el fervor patriótico.