Ni Soraya Saénz de Santamaría ni Alfonso Alonso han hablado con la prensa sobre las polémicas declaraciones de Cospedal ante el juez cuya transcripción se ha conocido hoy. De hecho, la vicepresidenta ha guardado las distancias con los informadores gracias a un cordón sanitario formado por la seguridad del partido.
La escuela de verano del PP que se celebra en Gandía se ha convertido en un punto informativo caliente tras la aparición de las transcripciones. Pero la Ley del silencio impuesta por Rajoy en el partido se va a mantener a cualquier precio. Por eso, cuando hay luz y taquígrafos ningún alto cargo popular se lanza a hacer declaraciones.
Aunque, en cierta forma, empieza a resquebrajarse, por lo menos al amparo del ‘off the record’, varios medios han hecho ya referencias a declaraciones ‘off the records’ de dirigente populares presentes en Gandía, que no quieren ser identificados y que señalan directamente a Cospedal como responsables de la crisis que va a precipitarse sobre ellos.
Según estas versiones, la secretaria general es doblemente culpable. Primero por salirse del guión en su declaración ante el juez y señalar a Rajoy como la persona que negoció el finiquito de Bárcenas.
También por haber negado luego el contenido de su declaración ante el juez, cuando era evidente que iba a hacerse público y el remedio sería peor que la enfermedad.
En su discurso, la vicepresidenta del Gobierno se ha concentrado en la economía, como manda el actual argumentario del PP elaborado por Pedro Arriola y Rajoy. Cree que los últimos datos del paro marcan un cambio de tendencia y que los ‘ciudadanos’ se siente cómodos con la austeridad, porque un gobierno debe gastar el dinero como lo gastan las familias y lo primero que hay que hacer es pagar la hipoteca.