Las víctimas del accidente de tren de Santiago se están organizando para reclamar justicia en los tribunales y mayores medidas de seguridad ante cualquier posible futuro suceso. Por un lado, la Fundación Avata de Ayuda al Accidentado ha convocado esta tarde víctimas y familiares de este siniestro a debatir la creación de una “asociación-plataforma”; mientras que el colectivo Apafas, de perjudicados también por este accidente, se ha personado como acusación popular en la causa judicial.
A las 17 horas y en el Centro Cultural José Espronceda de Madrid, la Fundación Avata reunirá a víctimas y familiares del accidente de Santiago, así como a letrados, médicos y psicólogos para acordar formar una asociación con la que defender sus reivindicaciones. Una cita que se repetirá el martes en la capital gallega.
Este paso ya lo han dado otras víctimas que se han unida en Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia de Santiago de Compostela (Apafas). Bajo la tutela del militar retirado, Cristóbal González, que viajaba en el mencionado tren, y con la asesoría jurídica del bufete de abogados González Martín & Asociados, este colectivo se ha personado como acusación popular.
Así lo señala el diario Abc, que destaca que es el primero colectivo de víctimas de este siniestro que se persona en la causa judicial abierta.
Asimismo, Apafas se ha reunido con la ministra de Fomento, Ana Pastor, a la que ha trasladado la necesidad de mejorar la seguridad en los trenes, la revisión del seguro obligatorio de viajeros y la creación de un centro para atender a los afectados por el accidente de Santiago.
Todo esto se produce mientras que se van conociendo más detalles sobre la declaración del maquinista del Alvia. Según una grabación publicada por ‘El País’, Francisco José Garzón advirtió que la curva en la que se produjo el siniestro es “inhumana”.
“Es inhumana. No puede ser que hagan estas cosas, hombre. Somos humanos…”, aseguró el maquinista que mostró su deseo de que nada de esto hubiera pasado.
Asimismo, Garzón señaló que traslado a “seguridad” que “esa curva era peligrosa”. “Que un día nos íbamos a despistar y nos la íbamos a tragar. Me tocó a mí”, reconoció a la vez que insistió en que fue un despiste. “Tenía que pasar a 80 km/h y pasé a 190 o una cosa así”.