El primer secretario del PSC y presidente de la Generalitat, José Montilla, mostró su malestar ante la Ejecutiva del partido por las críticas públicas que la semana pasada vertió el consejero de Economía, Antoni Castells, a la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero.
En este sentido, Montilla pidió a todos los miembros del partido que “eviten criticar a los compañeros en asuntos que afectan el Gobierno central”, y que pueden dificultar las relaciones entre el PSC y el PSOE. Castells, presente en la reunión, no se disculpó, pero sí lamentó el alboroto causado por sus palabras. También añadió que en el futuro “continuará hablando con libertad.”
Sin embargo, hace apenas cinco días, Montilla defendió el derecho de Castells a opinar sobre la política económica de Zapatero, asegurando que “está en su derecho”, aunque matizó que la posición oficial del partido corresponde a él mismo, como primer secretario, o a Miquel Iceta, portavoz de la formación, según Europa Press.
Por su parte, Castells aseguró ayer que se siente “plenamente apoyado” por su partido y por la Ejecutiva, pese a que sorprendiesen sus declaraciones discrepantes con la propuesta de subida de impuestos del Gobierno central.
Castells se reafirmó en su postura de que en estos momentos la prioridad para salir de la crisis es “la recuperación económica, no restablecer el equilibrio presupuestario”, y abogó por incentivos fiscales en vez de subir los tributos.
La relevancia de este asunto viene dada por las voces discordantes que comienzan a sonar en el seno del PSOE, en desacuerdo con la política económica de Zapatero, según una información publicada hace varios días por El País. Según esta noticia, muchos de los militantes se sienten desencantados con la impresión de “improvisación” que da el Gobierno.