El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se ha enfrentado a un día difícil. Una mezcla de pasadas hipotecas políticas, nuevos aplazamientos con evanescentes inversores internacionales y su contestada privatización sanitaria, que está a punto de vivir un episodio en los tribunales.
Antes de eso, la Cadena Ser, a rigurísima primera hora de la mañana, había informado que la adjudicación de la Comunidad en marzo de 2012 de los servicios de limpieza del Hospital de Getafe, recayó en ‘Acister de Servicios’, filial del Grupo Assignia, donde ejerce como asesor Lamela, exconsejero de Sanidad de la Comunidad.
El presidente de la Comunidad ha tenido que escuchar las declaraciones de la Marea Blanca en las que dicen que González ha sido “poco ético” e incluso “inmoral” al favorecer su Gobierno al grupo Assignia.
Esta empresa se hizo hace unos meses con el contrato de mantenimiento del Hospital de Getafe por cinco millones de euros, aunque la noticia ha saltado ahora, tras conocer la imputación de Lamela y su sucesor en el Ejecutivo autonómico Juan José Güemes por llevar a cabo las primeras privatizaciones de hospitales en Madrid. Aunque de eso el presidente de la Comunidad ha salido ‘como ha podido’. Cuando un periodista le ha preguntado sobre las informaciones de la Cadena Ser, Ignacio González lo ha comparado, con cierta ironía, con el ‘trabajo’ de Felipe González en Gas Natural.
Después de esto, Ignacio González se ha enterado de la noticia de que habrá un nuevo retraso en Eurovegas. El concurso de adjudicación del macrocomplejo de juego parece cada vez más lejano, ya que tras anunciarse para abril y haberse retrasado finalmente para julio, tampoco está claro que ese mes vaya a ponerse en marcha. La Comunidad de Madrid aún está a la espera de que la empresa de Sheldon Adelson, Las Vegas Sands, formalice la presentación de su proyecto para iniciar los trámites.
Tras este ‘varapalo’, Ignacio González tuvo que acudir a la ‘resurrección’ del aeródromo del Suroeste de la región entre los municipios de El Álamo y Navalcarnero. Para más inri, tuvo que volver a acordarse de Eurovegas, ya que tuvo que negar a los periodistas allí presentes sobre la posibilidad de que este aeródromo tenga algo que ver con el macrocomplejo de juego, pese a estar ambos a 10 minutos de distancia.