Mientras la infanta Cristina acudía devota a la Misa por el centenario del nacimiento de su abuelo, Don Juan de Borbón, su marido Iñaki Urdangarin tenía otros planes. Según testigos contactados por El Confidencial, el duque de Palma apostó miles de euros en el prestigioso casino londinense de Aspinalls, a donde habría acudido acompañado de una mujer joven y elegante.
Urdangarin fue excluido del acto de homenaje, celebrado en un ambiente íntimo en la Capilla del Palacio Real, por expreso deseo de la Casa del Rey. Sin embargo, el que dedicara la noche del pasado jueves 20 de junio a apostar en la ruleta contrasta con las supuestas estrecheces económicas que se atribuyen al Duque y que le habrían impedido hacer frente a alguna de las letras de su hipoteca, según él mismo ha contado. Según los testigos a los que alude el diario digital, el yerno del Rey no dio muestra alguna de estar pasando apuros económicos.
Desde la Casa del Rey, se limitan a señalar que ya no es responsabilidad suya la agenda de Urdangarin. Y es que, desde que hace 18 meses saltase su vinculación con una trama presuntamente corrupta conocida como ‘caso Nóos’ el exjugador de balonmano ha quedado totalmente al margen de los actos oficiales de la Casa Real. Un vacío que habría llenado con una visita al casino de Apinalls, al que sólo acceden invitados y socios en un edificio señorial del lujoso y elitista barrio londinense de Mayfair.
Aunque en el emporio del juego existen reservados, el portal apunta que Urdangarin y su acompañante femenina habrían decidido apostar en el salón central, concretamente en la ruleta donde se gastó miles de libras sin encontrar fortuna alguna. Los testigos del episodio van más allá y señalan que su falta de tino frustró también las expectativas de los empleados, que no recibieron la habitual propina a la que están acostumbrados en el exclusivo casino.