Rafael Blasco sigue retando al PP valenciano después de que Alberto Fabra decidiera este fin de semana suspenderle de militancia e inhabilitarle para desempeñar cargos públicos.
El exconseller, que se negó a abandonar el escaño tras su imputación en el ‘caso Cooperación’, insiste en que no dimitirá como diputado y califica su expulsión de propia de una “dictadura”. Además recuerda el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, cuando era concejal en el Ayuntamiento de Castellón fue imputado, no dimitió y, finalmente, su caso fue archivado.
El diario Levante informa que en el entorno de Blasco critican a la “doble vara de medir” del PP respecto a unos casos y otros. “El problema no es Rafael Blasco. El problema es que hay ocho o nueve diputados imputados y algunos tienen más avanzado que él el proceso y se les debe aplicar la misma medicina», señalan desde el grupo.
Y recuerdan la situación del exsecretario general Ricardo Costa, que pese a que fue crítico con la dirección nacional en plena tormenta por los trajes de Gürtel, no fue expulsado del grupo. Hacen notar que el plante a Camps al principio de su mandato por un grupo de diputados zaplanistas, entre ellos el hoy número dos, Serafín Castellano, y no conllevó sanciones. O la misma situación del presidente Fabra, o el portavoz, Jorge Bellver, que fueron imputados hace años.
El PP de la Comunitat Valenciana acordó suspender de militancia de forma cautelar al exconseller y diputado Rafael Blasco e inhabilitarle para desempeñar cargos públicos en el seno del partido o en representación de éste por “la comisión de infracciones tipificadas como graves y muy graves”.
Las declaraciones que han provocado la expulsión las realizó Blasco en ‘El Cascabel al Gato’ en 13 TV, durante una entrevista en la que afirmó, entre otras cuestiones, que la Abogacía de la Generalitat había recibido “consignas” para solicitar 11 años de prisión en su contra en su condición de acusación en el caso Cooperación, por el presunto desvío de fondos públicos destinados a proyectos de Cooperación de la Generalitat.
Además, Blasco insiste en recordar, a quienes piden su cabeza, lo que dijo en aquella entrevista en la televisión de los obispos: que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, cuando era concejal en el Ayuntamiento de Castellón fue imputado, no dimitió y, finalmente, su caso fue archivado.