En apenas 24 horas, Alfonso Guerra ha pasado por los platós de televisión de ‘El Hormiguero’, ‘Espejo Público’ y ‘Al rojo vivo’. Unas entrevistas en estos medios de comunicación, con motivo de la presentación de sus memorias, en las que el veterano diputado del PSOE se ha mostrado como el ‘Pepito Grillo’ que necesita el partido. El exvicepresidente del Gobierno ha llamado a recuperar los principios de la izquierda que “el socialismo europeo ha arriado”.
“La ambigüedad no funciona para el electorado de izquierdas” o “ahora en política no se dice lo que se piensa” son algunas de las tesis que ha defendido en las últimas horas Alfonso Guerra en su ajetreada agenda tras la publicación de sus memorias. Y es que, sólo en el día de ayer, según ha admitido él mismo en el programa de Susanna Griso, concedió una veintena de entrevistas.
Unas citas con medios de comunicación de toda índole en las que Guerra se ha mostrado como la conciencia del PSOE y ha sacado su vena más ‘indignada’. Además de criticar la “ambigüedad” en el discurso político, el veterano diputado ha asegurado que “el socialismo europeo ha arriado las banderas de sus principios” y son “los sectores financieros están anulando a los parlamentos del mundo”, ha asegurado en ‘Al rojo vivo’.
Una sinceridad poco vista en las filas del Partido Socialista y que le hace destacar que “ahora dirigen la economía española y del mundo los antiguos gestores de Lehman B y Goldman S que nos llevaron al desastre”.
Con frases como esta, Guerra se ha convertido desde la mañana de ayer en trending topic en Twitter con multitud de comentarios. Y es que, el que fuera vicepresidente del Gobierno con Felipe González se está mostrando como el ‘Pepito Grillo’ del PSOE con un discurso que navega entres dos aguas: un guiño hacia los indignados y el 15M y una llamada al partido para que recupere sus orígenes.
Todo esto, adornado con ataques hacia el exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, al que en su libro ‘Una página difícil de arrancar. Memorias de un socialista sin fisuras’ acusa de querer cobrar en B del PSOE, así como críticas al “Drácula” de Aznar y al “dormido” de Rajoy.