Antón Losada recuerda a Aznar que las batallas políticas se ganan en las sedes de los partidos no en las televisiones

Antón Losada afirmó en la tertulia de la Cadena SER que José María Aznar alberga la esperanza de volver a la política y “tiene a su alrededor un coro mediático interesado en que sus ideas lleguen al poder mediante este hombre”. Pero añadió que “Aznar olvida una cosa; que las batallas políticas a los partidos se ganan en las sedes, no en las televisiones”.

Su compañero de debate, Ignacio del Rio dijo “los ex presidentes del Gobierno no son jarrones, eso de que no puede hablar, no sé quién lo ha dicho y por qué” opina que “el tema de las lealtades en política cuando alguien habla de un partido me parece tardofranquista; la gente puede hablar y así se construye la opinión”, pero cree que Aznar no va a volver operativamente a la política.

Losada añadió que lo que ocurre es que “el asunto de la Gürtel se le acerca a él, empieza a tocarle personalmente a él, ha dejado de estar el nombre de Aznar aislado de todo esto. Lo que se constató en la entrevista del otro día es que Aznar ha certificado que ya no es un hombre de partido; hizo su carrera allí, pero ya no se considera atado a esa disciplina: una cosa es Mariano Rajoy, el PP y el Gobierno, y otra cosa es él.

Señala que Aznar “ha ido construyendo un personaje, una imagen de sí mismo, como de superhéroe”, y que se ha mostrado por fin en público, diciéndole a Rajoy que si va a por él, él irá a por el partido. Yo sí creo que va a intentar volver, pero ya no es un hombre de partido.

José Manuel Basáñez también cree que Aznar siente nostalgia, aunque lo que a él le sorprende es una entrevista entre muchas cause este revuelo. “Abre la boca y dice cosas no muy importantes, pero se arma un revuelo tremendo, esto sí es importante”.

Piensa que Aznar tiene derecho a hablar pero “le resulta curioso que una determinada cadena en un momento colabore con el ex presidente Aznar para lanzar sus opiniones. También cree que tiene derecho a molestarse la gente del Gobierno que “está sudando sangre para arreglar las cosas cuando ven que alguien de su mismo partido les saca los colores”.

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