La política lingüística del Gobierno del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha sido puesta en entredicho por las principales instituciones académicas gallegas. Ayer mismo, el presidente de la Real Academia Gallega (RAG), Xosé Ramón Barreiro, lanzó duras críticas contra las medidas propuestas por el Gobierno del PP, y acusó a Feijóo de “crispar” a la sociedad gallega en esta materia. Según Barreiro, la Xunta “firma decretos sobre el idioma a espaldas de la RAG”, generando una situación de “desasosiego y nerviosismo”.
Sin embargo, Barreiro matizó su discurso en declaraciones a EL BOLETÍN, “extrañado” por que se le haya dado “tanto revuelo” a sus críticas de ayer. “Desde la RAG tenemos que defender la lengua gallega ante los ataques que la lleven a un retraso con respecto a las demás lenguas”, explicó Barreiro. Sin embargo, incidió con insistencia en que la RAG “no hace campaña política a favor de unos o de otros, ni va a marcar máximos y mínimos a la Xunta sobre cómo debe actuar”, aunque especificó que una institución como la que preside “tiene que tomar parte cuando se trata del idioma que defiende”.
Además, aseguró que entre la Xunta y la RAG existe “una comunicación fluida”. “No sé por qué se le da tanto revuelo a lo que dije ayer, cuando es algo común que tomemos la palabra, desde hace años”, finalizó Barreiro.
Como afirma Barreiro, esto no es nuevo. Ya en mayo de este año, la Universidad da Coruña suscribió las críticas de la RAG asegurando que “el gallego no es un problema, sino una solución”. Desde la Universidad se criticó que “las primeras decisiones lingüísticas anunciadas sean todas desprotectoras con la lengua gallega”, y aseguraron que con esta política se empieza a ver “el retraso del gallego”.
Las fuerzas políticas también se pronunciaron sobre el discurso de Xosé Ramón Barreiro. Mientras que desde el PP se defendieron de las críticas alegando que “desde nuestro partido siempre se respeta a las instituciones”, y aseguraron que negociarían “todas las medidas que se vayan a tomar”, tanto PSdeG como BNG apoyaron “completamente” las palabras de Barreiro, y afirmaron que no aceptarían negociar con el PP si las medidas “van dirigidas a la no preservación del gallego como lengua”.
