UGT presenta hoy el informe ‘Cuestión de vida o muerte’, en el que analiza el modelo sanitario de Valencia, la primera comunidad que inició “el proceso de privatización” con el denominado ‘modelo Alzira’, ahora que el Gobierno quiere implantarlo “en todo el territorio nacional”. Según denuncia el sindicato, las “deficiencias en la gestión” provocaron que en esta región falleciesen de forma “prematura” 2.752 pacientes en un año.
El secretario de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT en Valencia, Luis Lozano, presentó en hace unos días el informe que hoy dará a conocer el líder nacional del sindicato, Cándido Méndez, junto al secretario general de la FSP estatal, Julio Lacuerda y el propio Lozano.
Este, según recoge el diario regional Levante, se basa en ocho años de evaluación de la Sanidad valenciana en tiempos que no eran de crisis (2000 a 2009), tiempo tras el que ha quedado de manifiesto que las deficiencias de la gestión anticiparon en casi tres mil el número de fallecimientos que los autores denominan “prematuros” en sólo un año (2007).
En el periodo en el que se basa este informe, que comienza un año después de que se hubiese puesto en marcha el ‘modelo Alzira’ de gestión público-privada en el hospital de La Ribera, estuvieron al frente del Gobierno de la Generalitat valenciana Eduardo Zaplana y Francisco Camps.
Según el sindicato, de la experiencia del modelo valenciano, que “actualmente pretende implantar el Gobierno en todo el territorio nacional”, se “extraen importantes repercusiones que han incidido negativamente sobre la salud y la vida de las personas”, y que recogen en este informe comparativo de 300 páginas que se ha elborado, según explicó Lozano, con datos de cuatro ministerios (Economía, Sanidad, Trabajo e Interior), de la ONU, el INE, el CIS y otras doce entidades públicas y privadas.
Concretamente, en la región actualmente gobernada por Alberto Fabra está por debajo de la media de España en cuanto a la vacunación gripal y la revacunación infantil, y se ha producido un aumento de fallecimientos por complicaciones de neumonías y procesos agudos gripales que es un 5,6 % mayor que en el resto de España, según UGT.
Asimismo, el informe detalla la escasa inversión per cápita en Sanidad, que es un 12,4 % inferior a la media española, así como el hecho de que en la Comunidad Valenciana hay un 14 % menos de médicos y enfermeras y menos camas hospitalarias que en el resto del estado pero, paradójicamente, menos días de hospitalización (7,5 frente a los 9 de media de España). También resalta que la esperanza de vida en la región levantina es dos años inferior a la de Madrid, donde ahora se quiere privatizar seis hospitales y 27 centros de salud.
El documento indica que “también mata la falta de políticas eficaces de prevención de la salud, así como la escasez y precariedad, la saturación de primaria, las largas demoras en las citas con los especialistas y para las exploraciones, la escasez de camas, de UCIs y quirófanos, las altas hospitalarias prematuras y las infecciones nosocomiales (las que se contraen dentro de los centros sanitarios)”.
En Madrid, hace poco más de quince días, el líder del PSM, Tomás Gómez, aseguraba en la Asamblea regional que las privatizaciones de los análisis clínicos, “según los médicos, han podido provocar muertes”. Ante ello, el presidente de la Comunidad, Ignacio González, instó al líder socialista a ir “a los tribunales a denunciar todo eso porque si lo dice aquí, el que le va a poner a usted una querella es este Gobierno regional”.