La lucha activa contra los recortes que están llevando a cabo los bomberos ha hecho que la ciudadanía les vea como los nuevos ‘héroes’, sobre todo en los últimos días. Este colectivo no sólo se ha negado a participar en los desahucios en Galicia, Cataluña, Madrid, Valencia y Murcia, sino que también se ha volcado con la protesta ciudadana del 23F, en la que actuó como cordón de seguridad para evitar enfrentamientos entre manifestantes y Policía.
Los bomberos se han negado a seguir participando en los lanzamientos de viviendas que están dejando a cientos de familias en la calle por toda España. Los miembros del cuerpo en Galicia fueron los primeros en alzar la voz contra esta situación, al mostrar la semana pasada su ‘objeción de conciencia’ en el desahucio de una anciana octogenaria, con lo que evitaron que tuviese que abandonar su hogar.
Una actitud que fue muy alabada por sus compañeros de otras regiones, que rápidamente siguieron su ejemplo y anunciaron que tampoco participarían en los desahucios. Primero fueron los bomberos de Cataluña, a los que siguieron los de Madrid, Valencia y Murcia.
Los efectivos defienden que “estamos para ayudar a la gente, no para rescatar bancos”, y han anunciado que “si nos amenazan con expedientes, como han hecho con los compañeros gallegos, ya pagaremos las sanciones entre todos, pero nuestro trabajo va de salvar vidas y evitar riesgos, no de meternos en cuestiones judiciales”.
Con esta decisión se han ganado el favor de la ciudadanía, cada vez más afectada por los recortes. Pero no sólo ello ha contribuido a aumentar la simpatía de los españoles por el cuerpo. Su participación activa en las protestas que cada día recorren las calles de diversas ciudades españolas también ha tenido mucho que ver en todo ello.
La última, en la multitudinaria protesta del 23F que colapsó el centro de Madrid el pasado sábado. Los bomberos no sólo acudieron junto a otros colectivos para participar en la Marea Ciudadana, sino que además se movilizaron para evitar enfrentamientos entre manifestantes y Policía.
Concretamente, un centenar de bomberos, junto a otros 100 voluntarios, formaron un cordón de seguridad en la plaza de Neptuno que se colocó entre los participantes en la manifestación y los antidisturbios para “impedir actos de provocación ajenos a la convocatoria”, tal y como indicó un portavoz de ‘Bomberos Quemados’ y ‘Bomberos CM’, dos movimientos que aúnan a bomberos en contra de los recortes.
