La batalla entre El País y El Mundo sube de tono. El diario de Unidad Editorial dedica hoy hasta cuatro artículos para criticar y defenderse de las duras críticas lanzadas ayer por el periódico de Prisa, acusándole de “manipulador” y cuestionando su “progresismo y la calidad democrática y profesional” por sus informaciones sobre Cataluña y la familia Pujol.
En página par y faldón, El Mundo cuestiona las lecciones de democracia y profesionalidad del periódico del Grupo Prisa. "El País exhibió ayer su progresismo y su calidad democrática y profesional reconviniendo y aleccionando a El Mundo, al Sindicato Unificado de la Policía y al Gobierno "por no defender la unidad de España desde un convencimiento racional y moderno", como mantiene desde sus páginas".
Para el diario de Pedro Jota, el editorial de El País se basa "una furibunda y desmedida reacción que tiene una explicación: presentar las revelaciones de El Mundo como parte de una guerra de medios. Pero la única guerra que libra este periódico es contra la corrupción que encubre El País", apunta desde un editorial incendiario titulado ‘Mercenarios en la legión extranjera de los 'escamots'?’.
“No podemos entender las descalificaciones y los insultos de El País ayer hacia nuestro periódico por publicar algo que el diario de Prisa corrobora que es cierto punto por punto: que vendió tres edificios a la inmobiliaria de Oleguer Pujol con unas plusvalías de 227 millones de euros”, añade.
Las críticas también encuentran un sitio en las columnas de opinión de Pedro G. Cuartango y de Santiago González. ‘El periódico de las contradicciones’, titula Cuartango en la 2.
"El País siempre se erige en árbitro de la ética, pero luego silencia, manipula e ignora todo lo que conviene a sus intereses. Ya se dedicó a hacer contrainformación cuando este periódico reveló las implicaciones de la cúpula de Interior en el caso Gal. El último ejemplo de la permanente incoherencia del diario de Prisa es el despido de más de un centenar de periodistas, a los que aplicó la reforma laboral que se había hartado de denostar”, escribe Cuartango, quien añade que “Hay que reconocerle a El País una cualidad que le asemeja a la sociedad española: el hábito de decir una cosa y hacer la otra. Hace días ví a Cebrián colarse en el aeropuerto donde aguardaba para hacer el check in. Su periódico se parece cada día más a él".
Santiago González no se queda atrás. Bajo el titulo ‘A Contrapelo, Porras y porros’, analiza el editorial de El País "El editorial de ayer es el cadáver de un estilo que se pretendía la crítica de la razón pura y llamaba prensa de la caverna por conveniencia, o Mortadelo y Filemón a los periodistas de la misma. Mal está que no les tengan respeto, pero es mucho peor que se lo hayan perdido a sus lectores”.