El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha lanzado un guiño al PSOE en su reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) al anunciar que los 20 vocales de este órgano seguirán siendo elegidos por las Cortes y no como el PP incluía en su programa electoral: que fueran los propios jueces los que designaran a 12 de estos representantes. Todo, después de que el exalcalde de Madrid, según el ABC, comiera el miércoles con Rubalcaba y el presidente del Poder Judicial, Gonzalo Moliner.
“Presentamos un texto para el consenso”. Así de claro se ha mostrado el titular de Justicia en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros dónde ha presentado la nueva reforma del órgano de gobierno de los jueces que ha remarcado que en los últimos meses ha hecho “una aproximación al efecto de intentar conseguir un acuerdo parlamentario para que sea respaldada por el máximo número de partidos políticos”.
Tal es su compromiso con la búsqueda de un pacto que Gallardón ha admitido que el Gobierno ha introducido en este texto “aquellos elementos que nos parecen determinantes y que el PSOE nos ha dicho que son determinantes”.
De ahí, la decisión de renunciar a una promesa electoral como que los jueces tuvieran en su mano la elección del nombre de 12 vocales del CGPJ, un poder que seguirá en manos del Parlamento, tal y como venían reclamando los socialistas. Todo, “para que la ley no sea aprobada solo con los votos del PP”, sino con el mayor número de apoyos posibles.
Más allá de esto, entre las novedades que se incluyen en esta reforma se trata de garantizar la representación de toda la carrera judicial en este órgano facilitando que cualquier magistrado pueda presentar su candidatura a vocal del Consejo sólo con el aval de 25 miembros de la carrera judicial en servicio activo o el de una asociación judicial.
Asimismo habrá cambios en cuanto a los sueldos que hasta ahora percibían estos jueces. Con este anteproyecto, solo cobrarán cinco de los 20 vocales -más el presidente-. En concreto, los que forman parte de la comisión permanente. Los demás tendrán dietas por asistir a plenos o comisiones y podrán seguir con su trabajo fuera del CGPJ.
Junto a la eliminación de las hasta ahora jugosas nóminas, Gallardón limita el poder que tendrán las asociaciones de jueces. El ministro ha asegurado que tendrá en cuenta la presencia de magistrados no asociados en este órgano quebrando así la hegemonía de integrantes del CGPJ pertenecientes a cualquier asociación que hasta ahora existía.