El líder de CiU, Artur Mas, ha fracasado. Disolvió el Parlament de Cataluña formado en 2010, en el que había 76 diputados ‘soberanistas’ (entre CiU, ERC y Solidaritat Catalana), para celebrar unas elecciones a mitad de legislatura con las que poder impulsar su plan de independencia ganando éste un mayor peso en la cámara. Sin embargo, con más del 99% de los votos escrutados se puede observar cómo el número de diputados nacionalistas ha descendido hasta los 74. Es decir, que ahora hay dos escaños menos que defienden sus aspiraciones.
La victoria ha sido, como se preveía en todos los estudios elaborados en las últimas semanas, para Mas. Sin embargo, lejos de obtener la mayoría absoluta que buscaba (y que se encuentra establecida en los 68 diputados), el líder de CiU ha cosechado 50 diputados, doce menos que en 2010. Esto le va a obligar a pactar para mantener el gobierno. La pregunta ahora es con quién hablará para formar la coalición. Muchos rumores apuntan a ERC, que está posicionada como la segunda fuerza más votada, obteniendo 21 escaños.
Esta formación independentista ha regresado a las cifras del 2006, cuando con Josep Lluís Carod-Rovira al frente consiguió los mismos diputados de ahora frente a la decena de escaños que obtuvo en 2010 en ‘compensación’ por haber formado parte del tripartito. Los tres escaños nacionalistas que no son ni de CiU ni de ERC pertenecerían ahora al CUP, un partido de carácter radical que entra por primera vez en el Parlament.
Por su parte, el PSC ha conseguido 20 diputados mientras que el PP ha cerrado con 19 escaños. Ambos partidos lograron hacerse con 28 y 18 diputados en las elecciones del 2010; y con 37 y 14 diputados en las elecciones del 2006, respectivamente. También hay que destacar el auge del partido Ciutadans, que ha conseguido hacerse con 9 escaños frente a los tres que obtuvo en los comicios del 2010. A su vez, ICV habría cerrado la campaña con 13 representantes en el Parlament.