La Comunidad de Madrid impulsa un ‘baile’ de especialidades entre los hospitales madrileños

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La Comunidad de Madrid impulsa un ‘baile’ de especialidades entre los hospitales madrileños

El plan de recortes preparado por Ignacio González y su equipo para la sanidad madrileña parece incluir, según algunos conocedores del proyecto, un baile de especialidades entre distintos centros hospitalarios de la Comunidad, que se presenta como una fórmula de racionalizar los servicios, pero que ha sido duramente criticado en medios próximos al sector.

Según los rumores que corren sobre la posible reestructuración, el Hospital de Puerta de Hierro se quedaría sin trasplantes de hígado. El proyecto podría conllevar también el traslado de la especialidad de cirugía cardiaca del Hospital Ramon y Cajal al centro de la Paz, mientras que la cirugía torácica de este último pasaría al Ramón y Cajal.

Aún así, la viceconsejera de Asitencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Patricia Flores, ha asegurado esta mañana a la Cadena Ser que aún no hay nada decidido y que todo se está negociando en estos momentos.

Pero en los ambientes médicos se interpreta este posible esquema de cambios como una manera de dividir a los profesionales. Lo que querría el equipo de Ignacio González, según medios del sector, es que cada servicio recorte un porcentaje del presupuesto, lo que afectaría tanto al personal como a la tecnología, por lo parece ser que procedería a despedir a los contratados, así como a imponer la jubilación forzosa de todos los mayores de 65 años.

En cuanto al material médico, los rumores apuntan a que podría ser que el plan de Ignacio González se desentendiera de la tecnología de los campos quirúrgicos, que incluirían desde la cirugía laparoscópica a la cirugía abierta. De este modo, se pretendería ahorrar en material fungible.

El proyecto además, según se comenta en el sector, podría dejar también de lado tratamientos punteros para graves enfermedades como la hepatitis, el VIH o hematología.

Ente los expertos se considera que, de producirse esta reorganización, no tendría mucho sentido, porque se gastaría una abultada suma en el desmontaje y el remontaje de los servicios. Una cantidad que sería mayor, según estas versiones, que lo que costaría mantener la situación actual.

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