El plan del ministro de Educación español, José Ignacio Wert, para que los jóvenes se aseguren la formación universitaria de calidad solicitando créditos bancarios copia un modelo estadounidense que se encuentra cerca del colapso. Uno de cada diez estudiantes de aquel país se encuentra sin recursos para abonar su préstamo.
La situación es tan grave que la Administración Obama se plantea proceder a una doble inyección de fondos públicos para garantizar la viabilidad de las universidades, golpeadas por la caída de sus ingresos y evitar que los estudiantes sin dinero tengan que abandonar las carreras que habían comenzado.
Consideradas en valor absoluto, las cifras que reflejan la dimensión de esta crisis son aterradoras. El volumen total de deuda viva de estos créditos supera el billón de dólares, por lo que la cifra de impagados se acerca a los 100.000 millones, según los datos de la agencia Bloomberg.
La cantidad supera por ejemplo en 30.000 millones de dólares, las necesidades de capital que tiene todo el sistema financiero español para sanearse, según las últimas pruebas de resistencia presentadas por Oliver Wyman.