El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, aseguró hoy que no tiene “ninguna duda” de que su caso acabará “del mismo modo” que han acabado las acusaciones sobre el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps. Fabra está siendo investigado por cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal, además de una acusación por falsedad por la cual la Fiscalía ha pedido dos años más. Fabra realizó estas declaraciones tras reunirse con el grupo territorial de senadores de Castellón.
Aunque declinó hablar de sus imputaciones, sí que se refirió a que el archivo del caso Camps ha sentado al PSOE a “cuerno quemado”, para luego añadir, “ajo, agua y resina, como decían en mi pueblo. A joderse, aguantarse y a resignarse”, dirigido a los socialistas.
También quiso hacer referencia a la polémica creada alrededor del anuncio de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de que la Fiscalía recurriría el auto del archivo del caso Camps, antes de que lo anunciase el propio organismo. A ello se refirió diciendo que “Montesquieu ha muerto, y sólo resucitará cuando gobierne el PP”, haciendo referencia a la separación de poderes defendida e ideada por el filósofo francés. En su opinión, «está claro que actualmente no existe separación de poderes en este país”, y que “es lamentable que esto pase en un país democrático de la Europa de los 27”.
También habló acerca de la decisión del cese el ex vicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos, otro de los imputados en la causa archivada, y que el PP quiere revocar ahora. Fabra afirmó que no sabe «si aceptará o no volver a la militancia del partido», según informa Efe. Para él ”el partido, a nivel nacional, se precipitó y ahora le llama para que vuelva”. Según explicó, el partido “no se portó bien con una persona que durante muchos años se ha entregado al partido en cuerpo y alma, tanto en el Ayuntamiento de Castellón como en la Diputación y en la Generalitat”.
