Alberto Fabra ya no sabe qué hacer para reducir la deuda de la Generalitat valenciana. Tras los numerosos recortes que ha implantado en los servicios públicos, ahora quiere ‘librarse’ de las costosas facturas asumidas por su predecesor, Francisco Camps, al contratar eventos como la Campus Party o la Fórmula 1.
El presidente del Ejecutivo valenciano quiere acabar de una vez con los perjuicios económicos que han generado a la región los contratos asumidos por Francisco Camps durante su etapa al frente de la Generalitat. La crisis que atraviesan las arcas públicas de la capital del Turia ha hecho que Fabra renuncie también a acoger, como venía haciendo hasta ahora, uno de los eventos más importantes en el mundo tecnológico como la Campus Party.
Tal y como ha anunciado hoy uno de los creadores de esta cita, Paco Ragageles, en su blog, el evento “no se puede hacer este año en Valencia” debido a la “situación económica tan compleja que esta viviendo España y que afecta sobre manera a la Comunitat Valenciana”.
Según ha indicado el propio Ragageles, Fabra está negociando con ellos desde hace meses cómo “romper” el contrato que vincula el evento a la ciudad por los próximos cuatro años.
Una decisión que se une a la iniciativa del presidente de la Generalitat de acabar también con los contratos que Camps firmó en su día con Bernie Ecclestone para celebrar en Valencia el Gran Premio de Europa de Fórmula 1.
Fabra, que hasta ahora ha tenido que ‘tragarse’ estos contratos, quiere acabar de un ‘plumazo’ con las consecuencias económicas que han provocado a las arcas regionales estos costosos eventos, sobre todo tras las manifestaciones y protestas que ha tenido que soportar por parte de sectores como la Sanidad o la Educación ante los problemas de la Generalitat para enfrentar los pagos.
Un objetivo que le ha traído no pocos dolores de cabeza en las filas del PP levantino. Así, ha visto como un sector del partido se ha levantado en armas contra su jefe de filas por la eliminación de una herencia, la de Camps, que ha situado a Valencia en el foco de la atención mundial con las retransmisiones del mencionado Gran Premio de Fórmula 1 o el Open de Tenis.
Unas críticas internas, abanderadas por el entorno de Rita Barberá, que se producen a las puertas de un Congreso Regional del PPCV, en el que Fabra debe conseguir el apoyo de sus compañeros de partido para mantener el liderazgo ante los rumores de una candidatura encabezada por Francisco Camps.
