Los antiguos empleados de Clesa Madrid, perteneciente a Nueva Rumasa, han logrado su objetivo: una audiencia con el juez de Barcelona encargado del concurso de acreedores de Cacaolat. En esta cita, que se celebrará el próximo 17 de febrero, la plantilla trasladará situación “penosa y grave” que atraviesan y pedirán al magistrado que agilice la venta de la catalana para poder cobrar sus nóminas.
Según ha indicado a EL BOLETÍN Luis Muñoz, miembro de la comisión de seguimiento del ERE extintivo de Clesa en representación de CCOO, él y sus compañeros de la comisión acudirán a Barcelona para conocer en qué estado se encuentra la venta de Cacaolat.
La láctea madrileña posee un 95% de las acciones de la firma de batidos, y el cobo de las nóminas, indemnizaciones y finiquitos comprometidos por los administradores de Clesa al firmar el ERE, cantidades que superan los 12 millones de euros, depende del traspaso de la catalana.
La comisión de seguimiento acudirá junto a representantes sindicales de CCOO, UGT y Sindicato Independiente, a esta reunión con el juez Francisco Javier Álvarez, que se celebrará a las 12 del mediodía en las dependencias del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona.
Una cita en la que informarán sobre la situación de los 361 empleados que forman parte de la antigua plantilla de Clesa, a los que “más de una tercera parte se les termina la prestación por desempleo” entre este mes y el que viene. También pedirán al juez que acelere el traspaso de Cacaolat, adjudicada a la alianza formada por Damm-Cobega y Victory, y que si es posible realice un ingreso a cuenta para aliviar la situación de los trabajadores de la láctea madrileña.
Tal y como indicó Muñoz hace unos días a este diario, si la venta de Cacaolat se lleva a cabo según los plazos previstos, es decir, en treinta días a contar desde el pasado 27 de enero, cuando se conoció la decisión del Supremo, “cabe la posibilidad” de que los trabajadores de Clesa puedan cobrar sus nóminas a finales del mes de marzo.