La fractura que se ha abierto en IU de Extremadura con la dimisión en bloque de la mitad de su dirección ha provocado que, en plena carrera por la Secretaría General del PSOE, las acciones de Guillermo Fernández Vara suban como la espuma. La crisis en la coalición podría provocar el fin del apoyo que en su día se dió al PP para que José Antonio Monago fuera el presidente de la Junta y este poder recaer, de nuevo, en Vara.
Este escenario le encumbraría como el único socialista con poder autonómico si recordamos que Griñán tiene que enfrentarse a unas elecciones en marzo. De esta manera, Vara tendría credenciales suficientes para, si lo desea, presentarse para suceder a Zapatero como secretario general del PSOE.