La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha encontrado en las figuras emergentes del partido a sus principales aliados en el enfrentamiento que ha protagonizado con el que fuera secretario general del partido, Francisco Granados.
Cuando aún no se han cumplido dos días del cese fulminante de este último, el alcalde de Getafe, Juan Soler, ha cerrado filas en torno a la ‘lideresa’ y ha criticado con dureza al actual senador. Así, le ha trasladado a Granados que le hubiese “gustado” que, si realmente se sentía “incómodo” en las filas del partido, como él mismo desveló ayer, que hubiera presentado antes su dimisión y no dejara que la situación llegara hasta este punto.
Y es que, según señala el alcalde en Europa Press, Granados es el principal culpable de su ‘incomodidad’. Al no presentar él mismo su dimisión hizo que todo derivase a una situación que “nunca es agradable”.
Asimismo, ha restado importancia a la pérdida del que hasta hace unos días era el secretario general del partido en la Comunidad. Su salida, según Soler, no va a traer ninguna consecuencia en cuanto a la influencia de la zona sur de la región.
Huella.
Mientras que estos dirigentes emergentes cierran filas en torno a Aguirre, esta ha iniciado una limpia en las filas del PP de Madrid de toda la ‘huella’ que haya de Granados. De esta manera, ha dado orden de que todo el personal de confianza del ex secretario general del partido haga las maletas inmediatamente. Este mismo lunes la secretaria de Granados, así como otros miembros de su entorno, dirán adiós a sus despachos en Génova.
