La Iglesia le pone los deberes al próximo Gobierno

Apenas un día después de la victoria del PP en las elecciones generales, el cardenal Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, ha ofrecido “el apoyo espiritual” y la “humilde colaboración” de los obispos a Mariano Rajoy. Un respaldo en el que no han faltado alusiones sobre las “conducta abortistas y antinatalistas” que se han impuesto en España.

En plena resaca de la cita en las urnas, la Conferencia Episcopal ha celebrado una Asamblea Plenaria en la que su máximo representante, Antonio María Rouco Varela, le ha lanzado un guiño al que será el nuevo presidente del Gobierno: Mariano Rajoy. “Como siempre hace la Iglesia con los gobernantes, les ofrecemos el apoyo espiritual de nuestras oraciones y las de todos los católicos”, ha destacado el cardenal en un discurso en el que la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid el pasado agosto ha sido la protagonista.

Y es que, en esta cita que trajo a la capital al Papa Benedicto XVI se puso de manifiesto que España es una “gran nación” que, como dijo el Pontífice, “sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica”. Un “progreso” que, según Rouco Varela, “es el que, con el Papa, los obispos españoles deseamos para nuestra patria y por el que rogamos a Dios”.

Además de trasladar su respaldo a Rajoy, el presidente de la Conferencia Episcopal ha recordado al próximo jefe del Ejecutivo la existencia de algunas leyes, como la del aborto o la de los matrimonios gays, que han llevado a una “pérdida de valores morales” y a la actual “gravísima crisis económica”. Y es que, entre los principales problemas ante los que Rajoy tiene que actuar para salir de la crisis están “la corrupción política y económica, la codicia, la búsqueda del propio interés a toda costa, el menosprecio de la vida humana mediante políticas y conductas abortistas y antinatalistas, la desprotección y la disolución institucional del matrimonio y de la familia, la instrumentalización y el deterioro de la educación”.

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