Los trabajadores de Clesa Madrid se mantienen a la espera de la decisión del juez de Barcelona respecto a la petición que realizó el Juzgado de lo Mercantil número 6 de la capital, que le pidió que acumulase el concurso de Cacaolat al de Clesa, es decir, que el dinero de la venta se traslade a Madrid, para cobrar las nóminas, el finiquito y las indemnizaciones correspondientes tras el ERE de extinción que se aplicó en esta firma el pasado mes de junio. Clesa posee el 95% de las acciones de la empresa de batidos.
Así lo ha asegurado a EL BOLETÍN Luis Muñoz, miembro de la comisión de seguimiento del ERE extintivo de Clesa Madrid de CCOO, quien ha explicado que el cobro de indemnizaciones de la plantilla de la firma de productos lácteos, de acuerdo a los términos acordados con la administración concursal de Clesa para cobrar en seis meses, “plazo que acaba el 24 de enero de 2012”, depende de la decisión del magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona a este respecto.
Según Muñoz, si la respuesta del juez de la ciudad condal es afirmativa, la plantilla de Clesa cobrará en el tiempo acordado, pero si se niega a acumular el concurso de acreedores de Cacaolat al de la firma de productos lácteos probablemente el pago de estas cantidades se retrasará hasta finales del año próximo, ya que primero se saldarían las deudas de la firma de batidos con sus trabajadores, proveedores, acreedores, Seguridad Social y Hacienda, entre otros, y luego se pagaría a los trabajadores de Clesa.
Además, el miembro de CCOO ha señalado que ante una posible negativa del juez de Barcelona “lo más probable es que el de Madrid recurra al Supremo”, tribunal que hace dos días adjudicó a Barcelona la competencia para vender Cacaolat.
No obstante, los trabajadores de Clesa no pierden la esperanza, ya que señalan que con la oferta de compra por la unidad productiva de la firma de batidos realizada por la alianza de Damm-Cobega y Victory, que a priori tiene todas las papeletas para alzarse como caballo ganador ya que supera ampliamente a las de sus competidoras (67,6 millones de euros, frente a los 50 millones de Central Lechera Asturiana y los 30,43 millones de Vichy Catalán), hay “dinero suficiente” para sufragar todos los pagos pendientes, y eso “lo sabe el juez de Barcelona”.
Aunque parece que la oferta de Damm es la mejor posicionada, será el juez del Juzgado de lo Mercantil de Barcelona quien finalmente decida qué empresa se quedará con la firma de batidos, decisión que previsiblemente anunciará en los próximos días.