El candidato de CiU a la presidencia del Gobierno, Josep Antoni Duran i Lleida, ha descartado hoy que la formación nacionalista catalana vaya a integrarse en un Gobierno de coalición, aunque sí ha ofrecido al Ejecutivo que salga de las urnas el próximo 20-N el apoyo de su partido con vistas a “sacar las castañas del fuego”, dar estabilidad a la situación de España y acometer las grandes reformas estructurales que requiere el país.
Según ha indicado Duran en el desayuno informativo que ha ofrecido en Madrid, “no estoy ofreciéndome para un Gobierno de coalición. Estoy ofreciendo a CiU para sacar las castañas del fuego de una situación muy complicada”. No obstante, este apoyo no será gratuito, ya que los nacionalistas catalanes también esperan “comprensión” para sus propuestas respecto al pacto fiscal.
En concreto, el candidato de CiU ha señalado que “España debe escuchar a Cataluña”, “no puede ignorarla” ni “menospreciarla” porque la autonomía no ha fallado a España en estos 30 años de democracia, ni en los pactos de la Moncloa ni en la entrada en el euro. Por ello, ha advertido de que “si España no escucha a Cataluña van a dejar sin argumentos a los moderados, y eso no es bueno” para ninguna de las partes.
Respecto a los comicios que se celebrarán dentro de menos de un mes, Duran ha vaticinado la victoria del candidato popular, Mariano Rajoy, por mayoría absoluta, un discurso que parece esconder una llamada de atención a los votantes con vistas a evitar esta situación, que dejaría a los nacionalistas catalanes apartados en el Congreso.
Además, ha señalado que después del 20-N surgirá un nuevo PSOE, algo sobre lo que ha evitado hablar, aunque sí ha comentado que los socialistas no han podido hacerlo peor en estos tres años y medio.
ETA.
Por último, Duran ha realizado las que, según ha asegurado, serán sus últimas declaraciones sobre ETA en la campaña electoral, ya que cree que “nos equivocaremos” centrando los días previos a las votaciones en la banda terrorista. No obstante, el candidato de CiU ha dicho, respecto a la nueva situación creada tras el comunicado de ETA, que “no es momento de venganza” y que lo prioritario es el respeto y atención a las víctimas.