La visita del Papa a España para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) sigue provocando controversia. Si ayer se convocaron huelgas en los transportes (concretamente en el Metro y del personal de tierra de los aeropuertos), hoy la polémica pasa por el itinerario de la manifestación ‘anti-Papa’.
Los medios conservadores critican a la delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, por considerar insuficiente el cambio en el itinerario de la manifestación que ha impuesto, ya que consideran que el acto, previsto para el día 17 de agosto, es una ‘provocación’ y debería haber sido prohibido.