Las secciones sindicales de CCOO y UGT en las Cámaras de Comercio se han manifestado hoy contra la reforma del Gobierno que convierte en voluntaria la cuota empresarial, hasta ahora obligatoria, ya que aseguran que esta medida puede conllevar el despido del 70% de ‘sus’ trabajadores.
Los sindicatos se han concentrado esta mañana ante las sedes del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio y el Ministerio de Economía y Hacienda por el riesgo que supone para unos 6.000 trabajadores en todo el país la reforma introducida por el Ejecutivo de suprimir la obligatoriedad de las empresas de abonar la cuota a las Cámaras de Comercio.
Los sindicatos prevén que estas instituciones, que generan 3.500 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos, realizarán ajustes de plantilla que afectarán al 70% de sus empleados. Por ello, los representantes laborales exigen al Ejecutivo que introduzca una reforma a la ley que él mismo ha impuesto para “dar un plazo a las Cámaras de Comercio con el que tengan la oportunidad de negociar con las empresas y redefinir servicios” han señalado fuentes de UGT a EL BOLETÍN.
Aunque el Gobierno introdujo esta norma como medida para combatir la crisis, los sindicatos opinan que la supresión de este abono “módico” perjudicará más a “pymes y autónomos, que no superan los 20 euros anuales de cuota”, confirman a fuentes de Comfia-CCOO, con lo que el balance entre ahorro empresarial y efectividad queda anulado.
Por otro lado, los sindicatos critican que esta reforma servirá a los empresarios para “hacer limpieza y realizar despidos baratos” con la excusa de la crisis.
Las críticas también se dirigen al presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Arturo Fernández, que ya ha adelantado que prescindirá del 25% de la plantilla de la cámara madrileña. Los representantes de los trabajadores aluden a que Fernández se ha “aventurado” a dar un dato que aún no se puede valorar, ya que no se conoce cuántas serán las empresas que dejarán de adscribirse a las Cámaras de Comercio. Para UGT, el presidente de la madrileña “se ha precipitado” y añade que “lo que menos hace falta en España es hablar alegremente de despidos”.