El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado hoy que «hay una mayoría parlamentaria a favor del objetivo que defiende la ley de la ministra Sinde, que no es otro que combatirla piratería en la red». Por este motivo, el Gobierno volverá a intentar sacarla adelante.
Por otro lado, cada vez son más las voces del mundo de la Cultura que reclaman que el canon digital lo paguen los fabricantes -como se hacía con las cintas de ‘cassette’- en lugar de que repercuta en el consumidor. Quienes defienden esta tesis rechazan la ‘Ley Sinde’ y respaldan el intercambio de archivos en Internet, aunque no a quienes se lucran gracias al trabajo de los creadores. El debate muestra la división en el sector.
El debate sobre la polémica norma parece monopolizado por dos sectores enfrentados: artistas muy conocidos como Alejandro Sanz, junto a la SGAE que preside Teddy Bautista, ‘contra’ las asociaciones de internautas. Sin embargo, hay un sector, menos mediático, que hace notar el verdadero problema de fondo. Y no es la aprobación o no de la ‘Ley Sinde’.
Además de reclamar una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, este colectivo clama por volver al sistema que se utilizaba cuando el cassette era el único soporte para copiar archivos. En aquel momento, como recuerda el abogado especialista en derechos de autor Javier de la Cueva en El País, “quienes se lucraban de las copias (los fabricantes de equipos, aparatos y materiales de reproducción)” pagaban una tasa “parte en favor de los autores y parte en favor de la industria”.
Sin embargo, ahora los fabricantes de soportes digitales repercuten el canon en el precio de deben pagar los consumidores, que dan por supuesto que ya han contribuido a los derechos de autor cuando deciden compartir archivos en la red. En la misma línea que De la Cueva, se posiciona el guitarrista de Amaral, Juan Aguirre. En un artículo en el diario de Prisa aclara que está en contra del canon y a favor del intercambio de archivos en Internet. “El problema surge cuando hay webs que se lucran por la publicidad y con unos discos que no les pertenecen”, advierte.
El mismo debate se está produciendo en el seno de la SGAE, entre sus socios. Cada vez son más los creadores que se posicionan en contra de la política llevada a cabo por Bautista. Entre otras cosas, critican que sea la SGAE la que fije las tarifas de las creaciones, que no sea el autor quien decida. Este grupo también critica que no sea el creador quien decida si quiere ceder o no gratuitamente su producto.
El presidente de la SGAE ha enviado una carta a sus socios en la que les insta a movilizarse para defender los derechos de autor. “Escribe a políticos y medios de comunicación, manifiéstate en las redes sociales” para pedir explicaciones sobre “porqué nos quieren privar de unos derechos que están siendo reconocidos en la mayoría de países de nuestro entorno”, señala. Además, por primera ver insta a reclamar que “sólo el autor pueda decidir el futuro y destino de sus obras y de los rendimientos económicos que estas generen”.
