Mariano Rajoy vuelve a mirar con preocupación hacia la Comunidad Valenciana. Las causas judiciales que en los últimos días se han abierto contra destacados dirigentes del PP en esta región, como Carlos Fabra, Rita Barberá o Francisco Camps, han provocado un nuevo frente para el presidente del Gobierno. Por si el líder popular no tenía bastante con el ‘caso Bárcenas’, ahora tendrá que gestionar la posible imputación de estos viejos ‘espadas’ del partido en el levante.
Valencia vuelve a ser sinónimo de malas noticias para Rajoy. Tras varios meses de tranquilidad en las filas del PP levantino, en cuanto a temas judiciales, los problemas han vuelto, y con fuerza. En tan solo un par de semanas, los que han sido buques insignias del partido durante una veintena de años están ahora en entredicho por las causas judiciales que pesan sobre ellos.
Y todo, ante la atenta mirada del presidente del Gobierno que ya no sabe qué hacer con el partido en esta comunidad.
Hoy, y tras nueve años y nueve jueces diferentes, el juzgado de Nules ha acordado la apertura de juicio oral contra el expresidente de la Diputación de Castellón y del PP de esta provincia, Carlos Fabra, acusado de de presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y contra la hacienda pública.
Una decisión por el ‘caso Naranjax’ que ‘resucita’ la figura de uno de los más polémicos y peculiares cargos del partido en la Comunidad Valenciana que nunca ha tenido reparos en decir lo que le ha dado la gana y encararse con quién fuera y ante el que Rajoy nunca ha sabido qué hacer.
La apertura de juicio oral puede traer consigo, de una vez por todas, el fin del poder que aún ostenta Fabra en las filas populares de Castellón y de toda la región.
Esta noticia se ha conocido apenas un día después de que el Supremo decidiera ayer reabrir el ‘caso de los trajes’, un año después de la absolución por un jurado popular del expresidente de la Generalitat Francisco Camps. La exculpación del que fuera líder del PP autonómico puede estar en entredicho hasta el punto de que existe la opción de que se ordene repetir el juicio o, directamente, redactar una sentencia condenatoria contra el dirigente popular.
A los problemas judiciales que tienen ante sí estos veteranos representantes del PP valenciano, que suponen un nuevo dolor de cabeza para un Rajoy ya asediado por los ‘papeles’ de Luis Bárcenas, se une la delicada situación de Rita Barberá.
La alcaldesa de la capital del Turia está al borde de la imputación tras los correos facilitados por Diego Torres al juez del ‘caso Urdangarin’ que señalan a Barberá como decisiva en los negocios del Instituto Nóos en Valencia. Una polémica que llevó a la regidora a quedarse sola durante las Fallas.
Ningún representante del Gobierno ni de la dirección nacional del PP se acercó a arropar a Barberá en uno de sus peores momentos de su carrera política.
Y es que, Mariano Rajoy ya no sabe qué hacer con una comunidad, la valenciana, que no le trae más que problemas.
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