El Ministerio de Fomento prepara un paquete de 200 millones en préstamos para las empresas que gestionan las autopistas de peaje en riesgo de quiebra. Esta medida se conoce después de que las concesionarias, entre las que figuran ACS y Abertis, pidieran al Gobierno una inyección de 700 millones para el sector, asfixiado por el sobrecoste de las expropiaciones para construir las autopistas y la escasez de tráfico.
La secretaria de Estado de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez-Piñero, adelantó esta mañana que el Ministerio que dirige José Blanco está ultimando la concesión de estos préstamos y que la primera partida se destinará a la R-2 Madrid-Guadalajara, autopista gestionada por Abertis, Acciona, ACS -que preside Florentino Pérez- y Global Vía (FCC y Caja Madrid). Según explicó, los préstamos se concederán en condiciones favorables y las empresas que los reciban tendrán la obligación de reembolsarlo.
Esta partida pretende dar respuesta a las reivindicaciones del sector. No obstante, está lejos de llegar a los 700 millones de euros que, según fuentes de la Asociación de Sociedades Españolas Concesionarias de Autopistas (Aseta), son necesarios para evitar la quiebra de las concesionarias. Así, estas fuentes explicaron a EL BOLETIN que las empresas no pueden hacer frente al sobrecoste de las expropiaciones del suelo donde se construyeron las autopistas, ya que se encarecieron un 200% respecto a lo estimado. Esta situación ha llevado al Tribunal Supremo a dictar sentencias a favor de los propietarios del suelo expropiado, a los que las concesionarias han tenido que indemnizar. Además, no se han alcanzado las estimaciones iniciales sobre tráfico.
Aseta alerta de que si las empresas no pueden hacerse cargo de estas autopistas, el Gobierno tendría que asumir su gestión, lo que supondría una factura de 3.513 millones de euros.
Limpieza
La gestión de las autopistas de peaje no es el único problema que atraviesan algunas de estas empresas. Es el caso de ACS y de FCC. Sus proveedoras de servicios de limpieza afrontan una difícil situación económica como consecuencia de los impagos de algunos ayuntamientos, y que les ha llevado en algunos casos a no poder pagar las nóminas de sus trabajadores. El Ayuntamiento de Madrid destaca como el más endeudado, ya que su mora con las compañías que trabajan para el consistorio asciende a 21 millones de euros. Una de las más afectadas es ACS, que tuvo que adelantar la nómina de septiembre a pesar de seguir sin recibir el pago del Ayuntamiento de Madrid.
CVC
Los préstamos de Fomento se conocen la misma semana en la que la firma de capital riesgo CVC entra en el consejo de Abertis, cuyos accionistas mayoritarios son Criteria (La Caixa) y ACS. Los nuevos consejeros acceden en representación de las sociedades conjuntas que la firma de inversión creó con la empresa que preside Florentino Pérez, después de que CVC le comprara un 15,55% de Abertis y se quedara con una participación directa del 10,28%. Esta operación, que se enmarca en la política de desinversiones de ACS para afrontar su elevada deuda, le reportó plusvalías de 520 millones de euros y una inyección de 2.263 millones de euros a su ‘caja’.