El recién nombrado secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, tiene entre sus retos al frente del partido pagar las facturas pendientes de Leire Pajín. Así, el presidente aragonés va a tener que gestionar la polémica candidatura del alcalde tránsfuga de Benidorm que se vota mañana en Ferraz, así como la delicada situación que la dirección nacional del partido mantiene con el PSPV.
La incapacidad de la actual ministra de Sanidad de controlar las filas del PSOE valenciano ha provocado que estas críticas fueran aumentando hasta convertirse en un pulso con la dirección nacional del partido. Un claro ejemplo de esto es la decisión del PSPV, con su secretario general Jorge Alarte a la cabeza, de apoyar como cabeza de lista del partido al regidor de Benidorm, considerado por Manuel Chaves como claro ejemplo de tránsfuga.
Esta candidatura salpicó a Pajín más de lo que hubiera hecho con cualquier responsable de organización ya que Agustín Navarro logró la alcaldía con una moción de censura con el apoyo de su madre, la concejal Maite Iraola. Un año después, Pajín no ha solucionado el problema. Todo lo contrario, se ha acrecentado y ahora el encargado de dar la ‘cara’ es Marcelino Iglesias.
El nuevo secretario general del PSOE tendrá el reto de gestionar la decisión que saldrá mañana sobre esta candidatura. Tanto si se aprueba como si no, la polémica está abierta. Si la presión de Alarte y todo el PSOE valenciano logra sus frutos, Iglesias se verá en la encrucijada de defender a un tránsfuga como cabeza de cartel del partido en Benidorm, con las consiguientes críticas que esto despertará en el PP. Si se le niega a Navarro este puesto, los socialistas de la región se rebelarán, una vez más, contra Ferraz. La gestión de la ‘herencia’ de Pajín mostrará la línea del mandato de Iglesias en su nuevo puesto.
En esta situación se ha ‘colado’ el PP valenciano que le ha instado a actuar contra “el mayor ataque que se ha realizado a los ciudadanos de Benidorm” y la “violación del Pacto Antitransfuguismo”.
Por si este problema no fuera suficiente, Iglesias tendrá que lidiar con el ex ministro Antonio Asunción que fracasó en su intento de rivalizar con Alarte por la candidatura del PSPV. Asunción presentará una demanda civil contra la Ejecutiva del PSOE por denegar su petición de no destruir los avales conseguidos en las primarias para su recuento.
Iglesias va a iniciar su mandato con el objetivo de potenciar la influencia del partido en el Gobierno. Así, ha convocado a los ministros el lunes a Ferraz para establecer una línea común de trabajo y comunicación. Reunión inédita hasta ahora.
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