El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha decidido aceptar la petición de los sindicatos y retrasar el debate sobre la reforma laboral. Esto significa que su departamento no presentará mañana un informe sobre dicha reforma en el Consejo de Ministros, tal y como estaba previsto inicialmente.
No obstante, Corbacho, quien asistió al Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE en Toledo, ha advertido de que “un aplazamiento no puede ser ‘sine die’ y en estos momentos es necesario activar al máximo el diálogo social bipartito para avanzar en futuros acuerdos y dar respuesta a lo que los ciudadanos tienen como principal preocupación, que es la crisis económica”.
Y añadió que “el 5 de febrero el Gobierno conocerá ese informe y lo va a debatir y después lo enviará para su discusión a la mesa de Diálogo Social”. Además, indicó a empresarios y sindicatos que aprovechen estas dos semanas para “acelerar al máximo” sus trabajos, “sin que entiendan esto como una presión”.
En la primera reunión del diálogo social, después de seis meses, tras haber fracasado, los agentes sociales pidieron ayer de forma “unánime” al Gobierno que retrasara la presentación de sus propuestas sobre el mercado laboral para que no interfiera en sus negociaciones bilaterales sobre negociación colectiva.