El líder del PSOE reconoce que el Brexit es un “golpe muy duro, pero no irreversible” y culpa a Cameron de trasladar a los ciudadanos la crisis interna en su partido. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reconocido que la victoria del Brexit en el Reino Unido es “un golpe muy duro” para los europeístas, pero “no irreversible”, y ha afirmado que es el resultado de “la confluencia entre el populismo y una derecha irresponsable”.
En una entrevista en la SER, el candidato del Partido Socialista a las elecciones generales ha arremetido contra el primer ministro británico, David Cameron, por trasladar a los ciudadanos y a la UE la crisis interna que afecta a su partido y ha defendido que lo ocurrido “nos tiene que servir de reflexión sobre la irresponsabilidad de algunos de intentar trasladar la ruptura en forma de decisión binaria sí o no sobre problemas complejos que necesitan ser resueltos a través de la política”.
“Los ciudadanos”, según Sánchez, tienen que votar “un acuerdo” y no “rupturas” y los dirigentes europeos deberían “tomar nota” y entender la decisión de los británicos como “un acicate para una mayor integración”.
Asimismo, ha afirmado que “frente a partidos políticos que están apostando por el inmovilismo, apelando a una supuesta estabilidad para dejar las cosas como están, y frente a quienes también están reivindicando el rupturismo a través de referéndums, hay que defender hoy más que nuca el reformismo y el europeísmo”. Para el líder de los socialistas “España se merece soluciones reformistas, progresistas, europeístas y no precisamente renacionalizadoras”.
¿Gobierno de tecnócratas?
El líder del Partido Socialista ha rechazado tajantemente que un independiente sea el próximo presidente del Gobierno y ha criticado que tanto el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, como el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, propongan esta fórmula. “¿Qué broma es esta?”, se ha preguntado Sánchez, que ha anunciado que el PSOE defenderá “siempre” que haya un jefe del Ejecutivo “votado por los españoles y las españolas”.
Para el socialista apostar por “políticos sin corazón ni alma no es honesto” y es una “broma de mal gusto”.
