El expresidente valenciano denuncia a los dirigentes de Compromís culpándoles de falsa imputación de delito que se debe a “difamaciones con interés electoral”. La supuesta adjudicación ‘a dedo’ de un torneo de golf por 10 millones a una empresa de la Púnica ha puesto el foco de la sospecha sobre Francisco Camps y Carlos Fabra. La noticia difundida este lunes por la Cadena Ser no ha pasado desapercibida para el expresidente de la Generalitat que ha querido devolver el golpe a Compromís tras la denuncia que interpusieron ante la Fiscalía Anticorrupción.
De hecho, Camps no ha perdido tiempo y 24 horas después de la denuncia de la formación de izquierdas ha presentado una querella contra los dirigentes de Compromís por falsa imputación de delito. El expopular ha apuntado, según fuentes de Europa Press, que el movimiento del partido que lidera Mónica Oltra se debe a “difamaciones con interés electoral”.
Pero no es el único posible delito que ve Camps en la querella de Compromís: el expresidente valenciano ha apuntado a delitos de revelación de secretos y de prevaricación. No obstante, la principal causa que detecta el ex jefe del Consell es el “instrumento electoral” al ver mucha “casualidad” que se haya hecho pública la denuncia ante Corrupción justo antes de las elecciones generales.
La acusación que ha presentado Compromís ante el organismo se centra en que tanto la Generalitat como la Diputación de Castellón pagaron hasta 13 millones de euros entre 2008 y 2011, a través de un convenio y no por concurso público, a una empresa con supuesta relación con la Púnica para la organización de los torneos de golf ‘Comunitat Valenciana Masters-Castellón Costa de Azahar’.
