Tres claves del coloquio feminista organizado por Carmena

Noticias Madrid

Tres claves del coloquio feminista organizado por Carmena

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid

En el Ayuntamiento de Madrid se ha debatido sobre ‘neomachismos’, el fracaso del capitalismo como modelo “contrario a la vida” o la crisis de los cuidados. El Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, ha acogido este lunes un coloquio feminista en el que se pretendían debatir las claves de este movimiento y su enfoque en la capital madrileña. La alcaldesa Manuela Carmena ha reivindicado el papel de la mujer como motor de cambio y el feminismo como movimiento imprescindible para enfocar el futuro.

En el marco de la campaña municipal #MadridNecesitaFeminismo, este coloquio titulado ‘Hacia un Madrid feminista’ ha servido como preámbulo para el Día Internacional de la Mujeres, que se celebra este martes, y ha lanzado interesantes reflexiones a la audiencia, entre las que se podrían destacar:

1. La libertad de elección se anula en las situaciones de desigualdad

Una de las cuatro ponentes, la escritora feminista Ana de Miguel, ha subrayado en su intervención que actualmente existen tres ‘neomachismos’ principales: asegurar que existe la igualdad, deslegitimar toda reivindicación feminista con este primer argumento –las quejas de las mujeres no tienen sentido porque el machismo es historia- y aseverar que todas las elecciones de las mujeres son libres.

En el debate posterior a las intervenciones se ha ahondado en la explicación de este último ‘neomachismo’: las elecciones nunca son libres si se toman en una situación de desigualdad, ha indicado Ana de Miguel. Esto significa que una persona no trabaja 14 horas porque sea su decisión, sino porque de otra manera se quedaría sin empleo -ha argumentado. Por tanto, tampoco es una decisión libre –en muchos casos- quedarse en casa cuidando a los hijos, ponerse tacones o aceptar un puesto en el que se cobre menos que el compañero varón.

Sin embargo, aquellos que están en contra de los movimientos feministas suelen afirmar que las mujeres llegan a determinadas situaciones por decisión propia, haciendo uso de su libertad. Pero esta es una concepción de la ‘libre elección’ –que tanto reivindica este movimiento- muy pervertida, según han indicado. Y añade: “una manera de desarticular un movimiento es coger una parte y pervertirla”, por extensión se pervierte –y/o se malinterpreta- en su totalidad.

2. El modelo socioeconómico en el que vivimos es contrario a la vida

La activista Yayo Herrero ha sostenido este lunes que el capitalismo en el que vivimos deja de lado el medioambiente y a las personas, por lo que, además de no ser sostenible a largo plazo, es contrario a la vida.

Profundizando en el sentido de las personas, la feminista ha explicado que en el modelo socioeconómico actual hay una “fractura entre el trabajo productivo y el de cuidados”, es decir, hay una división entre el trabajo fuera de casa y dentro de casa. Históricamente, la sociedad no ha comprendido que ambas tareas tengan -como mínimo- el mismo nivel de importancia y ha relegado a la mujer a lo que se consideraba como el trabajo menos importante. Sin embargo, tal y como explica Herrero, el sistema capitalista se ha sustentado hasta ahora gracias al trabajo de la mujer dentro del hogar.

Los cuidados a los hijos o a los mayores “no se pueden dejar de hacer, porque son trabajos relativos a la conservación de un cuerpo finito”, ha apuntado. Y es por esto por lo que nuestro modelo socioeconómico es contrario a la vida, porque relega a un segundo plano estos cuidados y además infravalora a quienes los realizan.

La crisis de los cuidados

Durante el coloquio se ha nombrado durante numerosas ocasiones ‘la crisis de los cuidados’, que viene provocada por la emancipación de la mujer y su incorporación al mundo laboral, sin que esto suponga una entrada del hombre en el hogar. Esto se traduce en un ‘descuido’ de los cuidados o en la triplicación del trabajo para la mujer.

A este respecto, la ponente Sandra Esquerro ha propuesto como solución la municipalización de estas tareas, es decir, volcar estas responsabilidades sobre la comunidad. Y esto no significa que los Ayuntamientos tengan que invertir sus recursos en la ayuda a la mujer, sino que también se tiene que legislar sobre el hombre para caminar hacia la “democratización” de estos cuidados.

Por su parte, la activista Justa Montero ha recordado que unas 125.000 personas han fallecido esperando sus ayudas a la dependencia. Para ella, esto significa que vivimos en una sociedad que no da la más mínima importancia a los cuidados, por lo que un paso importante sería concederles el valor que se merecen. Asimismo, ha apuntado que todas aquellas personas dependientes que no reciben ayudas públicas, sí reciben ayudas de sus familiares, que hasta ahora recaen sobre la mujer –lo que justifica una vez más el argumento de que el sistema actual se soporta en el trabajo femenino dentro de casa.

Más información