El expresidente socialista no concibe un pacto con el partido de Iglesias, a cuyos miembros considera aliados de Venezuela que pretenden «liquidar el marco democrático de convivencia». “Ojalá existiera una mayoría progresista y reformista, porque esa sería la opción que preferiría como la mejor para España”, es el principal lamento del expresidente del Gobierno socialista Felipe González, en la esperada entrevista con El País. El exdirigente incide en su deseo de que un Gobierno progresista, pero no encuentra que la representación parlamentaria salida de las urnas el pasado diciembre pueda dar lugar a ello.
«Esto no contradice que tampoco exista una mayoría conservadora. De ahí la dificultad en la que estamos», sostiene.
Sobre la posibilidad de un Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos, González rechaza no se plantea ninguna tregua para los de Pablo Iglesias: “El comportamiento arrogante de los líderes de Podemos, con humillaciones que ponen al descubierto cuáles son sus verdaderas intenciones, no se debe aceptar”. El socialista cree que el partido morado quiere “liquidar, no reformar, el marco democrático de convivencia, y de paso a los socialistas, desde posiciones parecidas a las que han practicado en Venezuela sus aliados”.
González lanza estas acusaciones “con el debido respeto que merecen sus votantes y los grupos que se han sumado a las distintas plataformas”, pero no duda en calificar al partido liderado por Iglesias de “puro leninismo 3.0”.
