Los periodistas no han pedido explicaciones a la vicepresidenta sobre la relación de su mano derecha con las presuntas irregularidades en la empresa pública de aguas. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no ha tenido que enfrentarse a ninguna pregunta sobre una de las noticias de la jornada: la dimisión de su hombre fuerte en vicepresidencia, Federico Ramos de Armas, que ha pedido dejar su cargo «a petición propia» tras haberse visto relacionado con el caso Acuamed.
Ninguno de los periodistas asistentes a la rueda de prensa ha pedido a Sáenz de Santamaría explicaciones sobre la relación de su ‘número 3’ con la investigación de la Audiencia Nacional en la empresa pública de aguas.
Varios exempleados de esta empresa pública han afirmado ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que Ramos participó en la presunta reunión con FCC en la que se pactó una «compensación indebida» de 40 millones de euros a la constructora que luego se consignó en los presupuestos de 2015.
Ramos llegó a la presidencia de Acuamed en mayo de 2013 y dejó ese puesto dos años después, cuando dejó la secretaría de Estado de Medio Ambiente para pasar a formar parte del equipo de Sáenz de Santamaría.
