El Alto Tribunal ha advertido a Mas y a Forcadell de que deben acatar sus resoluciones. El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la Abogacía de Estado contra la declaración secesionista de Cataluña, por lo que esta ha quedado automáticamente suspendida, de manera cautelar.
Asimismo, el tribunal ha advertido a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carmen Forcadell, y al presidente de la autonomía en funciones, Artur Mas, de que deben cumplir con sus resoluciones, o estarán cometiendo un delito de desobediencia directa.
Esta decisión ha sido tomada de manera unánime por los once magistrados que componen el Constitucional, basándose en el artículo 161.2 de la Carta Magna que asegura que el “Gobierno podrá impugnar ante el Tribunal Constitucional las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las Comunidades Autónomas. La impugnación producirá la suspensión de la disposición o resolución recurrida, pero el Tribunal, en su caso, deberá ratificarla o levantarla en un plazo no superior a cinco meses”.
Este último varapalo a la hoja de ruta secesionista de Cataluña coincide con el anuncio de Artur Mas de que aceptaría una de las principales reivindicaciones de la CUP: la presidencia Coral. Esto significaría que, de ser investigo presidente de Cataluña, Mas descentralizaría el poder de la presidencia para compartirlo con hasta tres vicesecretarías.
Además, Convergència ya ha avisado de que no acatará las órdenes del Constitucional, por no considerarlo un tribunal competente. «No nos detendrán las querellas, las amenazas y los recursos del TC», han asegurado a través de Twitter.
