La vicepresidenta asegura que esta reforma no supone ‘engordar’ la Administación e informa que tendrá «coste cero» El Gobierno ha aprobado hoy un anteproyecto de ley para mejorar las inspecciones de trabajo y el funcionamiento de la Seguridad Social. Con dicha reforma, según ha explicado la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Saénz de Santamaría, se convierte la Inspección de Trabajo en un organismo autónomo con una oficina nacional para luchar contra el fraude.
La nueva normativa configura la Inspección de Trabajo como un organismo autónomo en el que tendrán mayor participación las comunidades autónomas y los interlocutores sociales. Según la vicepresidenta esta reforma no supone en modo alguno ‘engordar’ la administración y dice que tiene coste cero ya que supone únicamente una mayor coordinación.
Según los datos que dio Soraya Saénz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la Inspección de Trabajo afloró en el trienio 2012-2014 un total de 11.343 millones de euros y unos 252.000 empleos, y descubrió más de 103.000 altas ficticias a la Seguridad Social.