La exministra seguirá cobrando del Banco Europeo de Inversiones el 40% de su salario durante los próximos tres años y después tendrá derecho a una pensión vitalicia. Magdalena Álvarez ha asegurado que su renuncia al puesto de vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) se debe a una “campaña de acoso y derribo” del Gobierno de Mariano Rajoy, pero también podría haber motivos económicos detrás de su decisión de dimitir en lugar de esperar a ser cesada.
Y es que, según publica hoy elmundo.es, Magdalena Álvarez “al renunciar evitando un proceso de destitución tiene derecho a acogerse a los privilegios de salida de ex altos cargos europeos”.
Explica este diario que “las reglas de remuneración del BEI permiten a Álvarez la misma indemnización y pensión que un ex vicepresidente de la Comisión Europea al dejar el cargo. Por un lado, un mínimo del 40% de su salario fijo anual (que es hasta ahora de 23.147,26 euros al mes sujetos a tributación europea) durante los próximos tres años, lo que equivale en su caso a unos 10.000 euros al mes hasta 2017, que es justamente el año en que cumple 65 y podrá jubilarse”. Y señala que “a partir de ese año, tendrá derecho a una pensión vitalicia del 4,275% de su salario fijo por cada año trabajado.
Y añade que “como Álvarez se ha resistido a dimitir hasta ahora y fue nombrada en junio de 2010, ha cumplido justo cuatro años, por lo que su pensión mínima mensual será de 4.000 euros mensuales, compatible con la que perciba en España”.