Informa la nota de Lazo que con anticipación los días 16 y 17 se efectuarán las reuniones de las comisiones permanentes de trabajo del legislativo cubano con temas de cardinal importancia nacional.
Si bien es cierto que sobre las espaldas de nuestros diputados pesa la responsabilidad de representar a sus electores como figuras de gobierno en la zona donde residen, será un reto verdaderamente arduo el análisis y rumbo a tomar de cara al próximo año si realiza con realismo y no con consignas que han dejado de tener efecto.
Este 2024 han sido doce meses preñados de dificultades y desafíos aún no solucionados que repercuten en el diario quehacer de la ciudadanía en múltiples direcciones.
Si, como ya es costumbre que parte de las sesiones y debates son transmitidos por la televisión local, es de suponer que veamos la crítica a lo mal hecho, que sirva de saludable experiencia y que, de una vez y por todas, cese el falso y contraproducente triunfalismo.
De igual modo, no pocos esperamos algo parecido a un plan de acción para enfrentar con medidas concretas este segundo mandato del díscolo presidente estadounidense junto a su canciller cubanoamericano porque, aún no sentado en la Oficina Oval ya ha anunciado que irá a por Cuba, Venezuela y Nicaragua.
¿Y cuál será el mensaje parlamentario?
Nada alejado de lo ya dicho por el propio presidente Díaz-Canel y su ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en las redes sociales. Lo más parecido a un sí, pero no: dispuestos a negociar, pero sin presiones de ningún tipo en el rumbo ya trazado. Y, nuevamente, el llamado a la resistencia que parece interminable.