Los inversores castigan a Amper en Bolsa mientras aprueban la llegada de Slon Capital

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Los inversores castigan a Amper en Bolsa mientras aprueban la llegada de Slon Capital

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Los accionistas de Amper han aprobado la llegada de los nuevos inversores estadounidenses en junta. Pero en Bolsa, mostraban sus reticencias con caídas de hasta el 4,5%. Los accionistas de Amper han vuelto a desplegar su peculiar alfombra roja para saludar a sus futuros compañeros de Slon Capital. Mientras el desembarco del fondo estadounidense se ganaba su respaldo en la junta general celebrada este lunes, el castigo vendedor imponía caídas de hasta el 4,5% en el precio de la compañía en Bolsa.

Amper ha comunicado el visto bueno de los accionistas a la hoja de ruta nacida del abandono de Enrique Bañuelos al término de una sesión bursátil en la que se mostraba incapaz de despegarse del rojo de los descensos. Cada una de las acciones del grupo ha cerrado este lunes a 0,64 euros por acción, un 3% más depreciadas que la jornada anterior pese a que más de un 80% de los acreedores del grupo también se han mostrado a favor de la llegada de Slon Capital, tal y como informado la propia compañía.

En virtud de este nuevo plan de saneamiento, los accionistas han dado su visto bueno a la ‘operación acordeón’ con la que la nueva dirección del grupo tecnológico pretende sanear el debilitado y endeudado balance de la firma. Presidida ahora por Jaime Espinosa de los Monteros, el antiguo hombre de confianza de Bañuelos, Amper se dispone a reducir el valor nominal de sus títulos para compensar pérdidas y recuperar equilibrio patrimonial y ampliar capital después con el fin de conseguir fondos para asegurar la persistencia de la compañía y el cumplimiento de sus compromisos financieros.

Aunque la entrada efectiva de Slon podría no hacerse realidad hasta el próximo 30 de junio, ya se contempla que en la próxima junta de accionistas se cedan dos puestos del consejo de administración a los estadounidenses. En concreto, serán Leonard Boord y John A. Boord los encargados de hacer valer la voz y el voto del fondo en la cúpula directiva de la cotizada.

En lugar de beneficiar a la maltrecha compañía, de momento, los cambios siguen menoscabando su valor en Bolsa. Hace falta remontarse hasta el año 1994 para ver a Amper cotizando a precios tan bajos, lo que la convierte más que nunca en objetivo de los especuladores del parqué madrileño, gracias al escaso efectivo que es necesario para mover un gran número de sus acciones y exagerar así los movimientos de su gráfica. Y es que, desde el pasado día 9 de mayo la compañía forma parte de la denostada categoría de las penny stocks, aquellas cuyas acciones no alcanzan si quiera el euro.

Como ya se anunció cuando se abrió la puerta al desembarco de socios industriales de la mano de Bañuelos, la compañía insiste en que el objetivo es “facilitar el buen fin de la propuesta de refinanciación de la deuda del grupo en España” que aún sigue atascada sobre los escritorios de las entidades financieras acreedoras. De momento, la venta no se ha cerrado, sino que se ha suscrito un “acuerdo de intenciones vinculante” entre los representantes de Slon Capital y Emilanteos, la sociedad instrumental del presidente Espinosa de los Monteros.

La operación, una vez que se materialice, resultará en que la cartera de 8,82 millones de títulos que Bañuelos llegó aglutinar a lo largo de los meses en los que espació su prometida y después fugaz apuesta por la compañía pasará a manos de Slon Capital. No obstante, cualquier avance en este sentido ha quedado supeditado al visto bueno de un nuevo calendario de pago de deudas, mientras que los acreedores habían puesto como condición sine qua non la entrada de capitales.

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