Saénz de Santamaría ha anunciado este mismo miércoles que el ICO ya tiene listo el primer fondo de capital riesgo público para invertir en pequeña empresa. La promesa del Gobierno de facilitar la financiación de la pequeña y mediana empresa comienza a tomar cuerpo. La vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría ha anunciado este mismo miércoles que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ya tiene listo el primer fondo de capital riesgo público estatal para ayudar a que las pymes esquiven el bache de la escasez de crédito bancario.
Saénz de Santamaría tan sólo ha dado unas pinceladas del primer paso de un amplio paquete de medidas que el Ejecutivo lleva tiempo prometiendo para fortalecer las finanzas del tejido empresarial español. El nuevo mecanismo de inversión se llamará FOND-ICO Global y nace con una dotación de 1.200 millones de euros. Sin embargo, su objetivo no será la inversión directa en empresas. En su lugar, se hará a través de fondos de capital riesgo de gestión privada especialmente enfocados en la inversión en compañías de tamaño menor en sus distintas fases de desarrollo.
La vicepresidenta ha lanzado este anuncio en su intervención en el encuentro ‘Spain Startup & Investor Summit’ en torno al emprendimiento. A él han acudido, entre otras personalidades políticas el presidente de la Comunidad de Madrid, la alcaldesa de Madrid, y el presidente de Mutua Madrileña. Hace un año, ya usó este marco para revelar la creación del fondo de coinversión para emprendedores por 40 millones de euros que, ha avanzado, “ha superado todas las expectativas en cuanto al expectativas”.
El nuevo fondo estará gestionado por Axis, la sociedad de capital riesgo propiedad del ICO al 100%. Su bautizo llega sólo unos días después de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunciase que antes de final de año el Gobierno espera tener lista una nueva ley financiera.
Se prevé que la nueva normativa permita a fondos y otros vehículos de inversión colectiva la inversión en pymes y compañías no cotizadas para capear la elevada dependencia financiera que las empresas españolas tienen con unos bancos cada vez más reservados a la hora de conceder préstamos pese a los tímidos esfuerzos del Banco Central Europeo. Con el FOND-ICO Global se busca canalizar hasta 3.000 millones de euros a la pequeña empresa.