La refinanciación de deudas en Realia es al fin una realidad. El aplazamiento de pagos anunciado el pasado julio ha conseguido finalmente el apoyo del experto independiente por cuyo dictamen aguardaban los bancos acreedores para definitivamente dar su brazo a torcer y extender por tres años más el vencimiento de sus créditos.
El perito designado por el Registro Mercantil de Madrid ha dado por bueno el acuerdo por el que siete de los acreedores de Realia, la filial inmobiliaria de la constructora FCC y la nacionalizada Bankia, aplazan hasta el 30 de junio de 2016 el cobro de 792 millones de euros de diversos créditos. A cambio, la ‘ladrillera’ deberá hacer frente a un margen de 200 puntos básicos, de los cuales 150 se capitalizarán como deuda. Eso sí, sin comisiones de apertura ni reestructuración.
Otro de los compromisos que los bancos han exigido a Realia es que consiga “fondos suficientes para acometer el pago en metálico de la deuda, en un porcentaje significativo”, tal y como figura en los registros del supervisor de mercados. Una declaración que cierra la puerta a la dación en pago de inmuebles como primera fórmula; algo a lo que se hace explícita mención en la comunicación al respecto que este viernes se ha remitidos al supervisor bursátil.
Esta sentencia contrasta con los rumores que en los últimos días rodean el concurso de acreedores de Reyal Urbis. Fuentes del mercado han apuntado precisamente a la dación en pago como el mecanismo por el que la compañía busca su propio reflote. Además, esta misma semana la también inmobiliaria Urbas ha recurrido a este sistema para finiquitar parte de sus créditos.
En el caso de Realia, dos de sus mayores acreedores son Banco Santander y la Sareb. La segunda de ellas, conocida comúnmente como el ‘banco malo’ español, tendría en cartera unos 400 millones de euros en préstamos herencia de la antigua acreedora y actual accionista Bankia. Ésta, a su vez, por herencia de la desaparecida Caja Madrid.
Barclays y Kutxabank han optado por ir por su parte. Como ya se anunció en julio, ambas entidades han optado por quedarse al margen de este acuerdo de refinanciación que sí han suscrito la mayor parte de sus colegas. Entre los dos aglutinan 54 millones de euros de deuda, tal y como se ha anunciado al supervisor.
Finalmente, la inmobiliaria que preside Ignacio Bayón deja a un lado la ampliación de capital que se barajó el pasado mes de mayo. De haberse confirmado esta vía, FCC y la Sareb habrían convertido en acciones de la compañía deudas por unos 57,4 millones de euros cada uno de ellos, a razón de un precio por acción de 1,92 euros, muy lejos de los 0,71 euros a los que cerraba sesión este mismo viernes tras dejarse más de un 2%.