Abertis podría invertir hasta 8.000 millones de euros de aquí al año 2015. Ese es el anuncio que la compañía de infraestructuras ha lanzado al mercado en su día del inversor celebrado en Río de Janeiro. Toda una exhibición de músculo financiero que ha reafirmado con su compromiso de no incrementar sus ratios de endeudamiento y de no recortar su dividendo a accionistas.
El consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés, ha avanzado en Río que se están estudiando una veintena de operaciones en Europa, EEUU, Australia y Latinoamérica -con Brasil como punta de lanza- por un montante total que asciende a 20.500 millones. “Confiamos en que haya oportunidades, pero no tenemos prisa”, ha anunciado el directivo que ha calificado los 8.000 millones objetivo como “potencia de fuego”.
Por el momento, la caja fuerte de Abertis dispone de 2.300 millones de euros y, de aquí a 2015, la compañía pretende conseguir otros 2.200 millones adicionales con desinversiones en actividades y activos no estratégicos. En esta línea, la presidida por Salvador Alemany estudia dar entrada a nuevos socios en sus negocios de telecomunicaciones y peajes españoles.
Del montante en caja fuerte se han apartado 1.500 millones de euros, según la propia compañía, para cumplir con el compromiso de mantener dividendo. Así pues, la entrada en estos proyectos anunciados podría llevarse a cabo a través de la colaboración con terceros a través de consorcios o uniones de empresa. Este mismo modelo es el que se usó para la compra de las autopistas de peaje de OHL en Chile y Brasil.
José Aljaro, director financiero de la cotizada española, ha explicado que de los 20 proyectos por los que Abertis se ha interesado, 15 corresponden a obras de carreteras de peaje y suman 16.500 millones de euros. Una apuesta que reforzaría la posición de la compañía como líder mundial de este mercado y que se complementaría con negociaciones para la extensión de concesiones, como las que actualmente se llevan a cabo en Francia a cambio de ciertas mejoras en las vías y su gestión.